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La inminente pesadilla fiscal de las desmesuradas pensiones no financiadas para funcionarios estatales y locales

En 2013 publiqué una encuesta para ver a quién elegía la gente como su “viñetista político favorito”. Michael Ramirez va el primero ahora mismo, lo que no me sorprende cuando se ven las opciones que daba (aquí, aquí, aquí y aquí).

Pero si hubiera un premio a la viñeta política más deprimentemente precisa, también ganaría el premio por su imagen de lo que ocurre cuando los políticos estatales y locales “negocian” los paquetes de prestaciones para los funcionarios.

 

Sindicatos                                      Contribuyentes                                             Políticos

Dicho de forma sencilla, los políticos tienen un gigantesco incentivo para proveer prestaciones desaforadas a grupos de interés, que posteriormente reciclan parte del botín a los cargos electos en forma de contribuciones de campaña.

Pero la clave real de esta estafa es que la factura la pagarán las generaciones futuras.

El American Legislative Exchange Council tiene un informe de obligada lectura sobre los enormes agujeros presupuestarios que ha producido esto en los planes de pensiones para los funcionarios de los gobiernos estatales y locales.

Si los activos de las pensiones netas se determinan usando supuestos de retorno de inversión más realistas, los problemas de la financiación de las pensiones son mucho mayores que incluso las grandes cantidades informadas en los documentos financieros estatales. Los pasivos no financiados (utilizando un supuesto de tipo de retorno libre de riesgos) de los planes de pensiones administrados por los estados exceden ahora mismo los 6 billones de dólares, un aumento de 433.000 millones de dólares desde nuestro informe de 2016. La tasa nacional media de financiación es de solo un 33,7%, lo que equivale a 18.676$ de pasivos no financiados para cada residente en Estados Unidos. (…) la porción personal de pasivo para cada residente en cada estado es un indicador de la dureza de los impuestos a soportar ahora y en el futuro por cada contribuyente en promesas realizadas, pero no financiadas. En Alaska, cada residente debe unos enormes 45.689$, el nivel más alto de la nación. Connecticut, Ohio, Illinois y Nuevo México son los siguientes cinco estados con mayores pasivos no financiados de pensiones por persona.

Este mapa es lo más importante y expresivo del informe. Muestra que estados tienen los mayores pasivos no financiados por cabeza.

No me sorprende ver a AlaskaIllinoisConnecticutNueva Jersey en la parte más baja de las clasificaciones. Todos ellos eran opciones en mi encuesta sobre qué estado era “más probable que colapse”.

Pero tal vez Nuevo México, Hawaii y Ohio deberían haber estado también en esa lista.

Para profundizar algo más en el tema, he aquí algunos pasajes de una cartilla sobre pensiones publicada por Forbes.

Hace años, como estudiante actuarial, (…) recuerdo (…) primero, la descabellada idea de que las constituciones estatales prometían a los empleados estatales y locales que podían mantener sus prestaciones existentes, no solo las devengadas por servicios pasados, sino para todos los años futuros de empleo y, segundo, la idea de que algo generalmente aceptado en los planes públicos era que estuvieran poco o nada financiados (…) esta es la historia que se repite una y otra vez. Las pensiones se hacen más generosas (con altos tipos de devengo, bajas edades de jubilación, coste generoso de prestaciones vitales) como medio para proporcionar una compensación más generosa a los empleados estatales y locales, sin necesitar realmente pagar nada en el presupuesto del año actual. Los costes se aplazan hasta bastante después de que los legisladores actuales se hayan jubilado ellos mismos. (…) La deuda de las pensiones es todavía peor que las deudas estatales ordinarias, por ejemplo, las emisiones de bonos para construir infraestructuras. La deuda de las pensiones no es otra cosa que tomar prestado para pagar los salarios actuales de los empleados.

En otras palabras, las pensiones de los burócratas son una estafa, una oportunidad para los políticos para comprar un poderoso bloque de votación hoy, pagando la factura en el futuro.

Los funcionarios disimulan como bandidos, como informaba recientemente el New York Times.

El presidente de una universidad pública en Oregón ha dado un nuevo significado a la idea de un pensionista. Joseph Robertson, (…) que se retiró como jefe de la Oregon Health & Science University el pasado otoño, recibe la mayor pensión pública del estado. 76.111$. Al mes. Eso es considerablemente más de lo que la familia media de Oregón gana en un año. Oregón (como muchos otros estados y ciudades, incluyendo Nueva jersey, Kentucky y Connecticut) está atrapado en un exprimidor fiscal creado por él mismo. Su economía está creciendo, pero el coste de su sistema de pensiones dirigido por el estado está creciendo más rápido. Se están jubilando más funcionarios, incluyendo más de 2.000 que, como el Dr. Robertson, obtienen pensiones que superan los 100.000$ al año. Este estado no es el pagador de pensiones más pródigo de Estados Unidos (…) “Es una afrenta para cualquiera que paga impuestos”, dijo Bruce Dennis, un carpintero jubilado de las afueras de Portland que obtuvo una pensión de 54.000$ anuales agitando un martillo durante 45 años. Nadie le da más dinero.

Pero hay un problema con esta estafa.

Como es sabido que decía Margaret Thatcher, antes o después te quedarás sin el dinero de otras personas.

Estamos llegando a ese punto, como ilustra este artículo del Wall Street Journal. Se refiere a lo que está pasando a nivel estatal en Connecticut.

Connecticut solo tiene el 31,7% de lo que necesita para pagar las prestaciones futuras de jubilación de sus empleados, de acuerdo con los informes financieros del estado. Un fondo para maestros tiene el 52,3%. En total eso suma más de 37.000 millones de dólares en pasivos de pensiones no financiadas, es decir, unos 10.300$ por residente en Connecticut. Los pasivos de pensiones no financiadas de Connecticut son el resultado de casi 40 años de políticos haciendo promesas sobre prestaciones sin financiarlas adecuadamente, según un estudio de 2015 del Center for Retirement Research en el Boston College.

Y da un ejemplo de problemas a nivel local de una ciudad en Michigan.

East Lansing, la sede de la Michigan State University (…) está enfrentándose casi 125 millones de dólares en pensiones no financiadas y prestaciones de atención sanitaria a jubilados y ha estado recortando servicios (…) East Lansing pidió a la MSU que aportara 100 millones de dólares a lo largo de 20 años para apuntalar el infrafinanciado plan de pensiones de la ciudad. La alternativa, decía la ciudad, era pedir a los votantes aprobar un impuesto de la renta del 1% que afectaría a los empleados y los estudiantes trabajadores de la universidad. Después de que las negociaciones no llegaran a ninguna parte, la ciudad presentó la propuesta del impuesto de la renta a los votantes en un referéndum del pasado noviembre. (…) El 7 de noviembre, los residentes de East Lansing echaron abajo el referéndum del impuesto de la renta, obligando a la ciudad a debatir qué servicios recortar para ahorrar dinero para las obligaciones de las pensiones. (…) La ciudad espera eliminar 17 puestos de trabajo de policía y bomberos a lo largo de los próximos dos años. (…) Altmann sugería una larga lista de posibles recortes para hacer más espacio en el presupuesto para unos mayores pagos de pensiones: cerrar la estación de bomberos en el campus de la MSU, cerrar la piscina la ciudad, el centro acuático, el parque canino y el complejo de fútbol, suspender la recogida de las hojas y el barrido de las aceras públicas y acabar con los festivales anuales de jazz, folk, cine y artes.

Esto no va a acabar bien.

Y el problema parece empeorar cada año.

No importa quién esté calculando los datos. Los números siempre parecen lúgubres.

Cuando llegue la próxima recesión, muchos de estos problemas acumulados van a explotar.

P.S. Además de pensiones desmesuradas e infrafinanciadas, no os olvidéis de que los burócratas estatales y locales (y sus primos federales) tienen sueldos excesivos.

P.P.S. Y sino creéis que tienen sueldos excesivos, explicad entonces por qué no abandonan voluntariamente sus empleos en búsqueda de puestos en el sector productivo de la economía.

P.P.P.S. Tened también en cuenta que hay repercusiones macroeconómicas negativas cuando se paga demasiado a los burócratas.

Publicado originalmente en International Liberty

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