No, la crisis financiera no ha terminado
Mientras los mercados se tranquilizan tras la última serie de quiebras bancarias, las élites políticas afirman que la crisis ha quedado atrás. Pero no ha terminado, ni mucho menos.
Mientras los mercados se tranquilizan tras la última serie de quiebras bancarias, las élites políticas afirman que la crisis ha quedado atrás. Pero no ha terminado, ni mucho menos.
Los economistas keynesianos afirman que recortar gastos en una desaceleración comercial es contraproducente. Como de costumbre, los keynesianos están equivocados.
La historia de la quiebra del Silicon Valley Bank es la historia de casi todas las quiebras bancarias. La banca de reserva fraccionaria invita al comportamiento arriesgado que hace fracasar el sistema bancario.
Mientras la Fed «combate la inflación» aumentando los tipos de interés, sus acciones no producirán el esperado «aterrizaje suave», sino más bien el duro desplome.
Mientras la Casa Blanca de Biden afirma que estamos en una senda de prosperidad, el futuro más realista es el de una recesión global.
Economistas y comentaristas llaman erróneamente portafolio a las tenencias de valores del Sistema de la Reserva Federal. Es cualquier cosa menos eso.
Mientras la Casa Blanca del presidente Joe Biden sigue dando alegres discursos sobre la economía, se avecinan importantes nubarrones económicos. El futuro no pinta bien.
El mall de compras vacío: una historia de cómo las acciones gubernamentales crearon una enorme malinversión en el oeste de Pensilvania.
La historia popular dice que el gasto gubernamental masivo —posible gracias al fin del patrón oro— puso fin a la Gran Depresión. Como de costumbre, la historia popular está equivocada.
Los economistas keynesianos fantasean con que una economía de mercado no puede «ganar tracción» sin planes de «estímulo» por parte del gobierno. Al final, lo único que se estimula son la inflación y la recesión.